La alimentación balanceada es
fundamental para el desarrollo integral del ser humano y de sus capacidades
físicas e intelectuales, por lo que se hace necesaria una dieta en la que estén
presentes todos los grupos básicos de alimentos que proporcionen, minerales,
vitaminas y antioxidantes necesarios.
De esta manera y dadas las
características individuales y condiciones biológicas de cada persona como el
peso, la estatura, el sexo y la edad. Indicarán directamente los componentes de
su alimentación
Para la Lcda. Mari Luz Rolón
nutricionista del Centro Clínico San Cristóbal, "una buena
alimentación debe distribuirse a lo largo del día en cinco comidas:
desayuno, almuerzo, dos meriendas y cena. Tratando de hacer un equilibro en
donde se combinen tanto las proteínas, carbohidratos (muchas frutas y verduras)
y pocas grasas, y por lo menos ocho vasos de agua diarios".
Así mismo es importante
resaltar que el consumo de proteínas como las carnes blancas (pollo, pescado,
conejos, mariscos), las carnes rojas (vaca y el chivo), el huevo y los lácteos,
otorgan, el hierro y los aminoácidos esenciales que el organismo no puede
producir por sí mismo y que son indispensable.
Los
nutrientes son sustancias que se encuentran dentro de los
alimentos y que el cuerpo necesita para realizar diferentes funciones y
mantener la salud. Existen cinco tipos de nutrientes llamados: Proteínas o
Prótidos, Grasas o Lípidos, Carbohidratos o Glúcidos, Vitaminas y Minerales.
Proteínas
Son los ladrillos necesarios para crecer y reparar daños en el cuerpo.
Se encuentran en las carnes (de res, aves, de cacería), pescado, mariscos,
crustáceos, huevos, leche, quesos, embutidos (mortadela, salchichas,
salchichón), granos como las caraotas, frijoles, arvejas, lentejas.
Carbohidratos
Nos dan energía y calor para movernos y desarrollar todas las actividades
diarias. Son de origen vegetal.
Se encuentran en los cereales: maíz, trigo, arroz, sorgo y sus productos
(harinas, pastas) tubérculos o verduras: papa, ñame, apio, yuca, ocumo, ocumo
chino, mapuey, batata; plátano; azúcar (blanca o morena), miel y papelón,
granos como las caraotas de todos los colores, arvejas, lentejas, garbanzos,
frijoles, quinchonchos.
Grasas
Son la fuente más concentrada de energía para nuestro cuerpo y cerebro.
Participan en diferentes funciones específicas y forman parte de los tejidos
del cuerpo y de algunas vitaminas y hormonas. Son fuente de calorías para los
niños, pero los adultos deben consumirla con moderación.
Se encuentran en las carnes rojas, piel del pollo, leche, mantequilla y
queso, aceites vegetales (de girasol, maíz, ajonjolí, algodón), margarina,
aguacate, aceitunas, algunas semillas como el maní, merey, pistacho, almendras,
nuez.
Vitaminas
Ellas son las vitaminas A, D, E, K, C, complejo B y el ácido Fólico.
Cumplen funciones esenciales para el organismo. Ayudan en el proceso de
transformación de energía y favorecen el sistema de defensa del cuerpo contra
las enfermedades.
Se encuentran en casi todos los alimentos en especial en las frutas,
hortalizas y alimentos de origen animal.
Minerales
Entre los principales minerales se encuentran: calcio, hierro, yodo y el zinc.
Ellos participan en diversas funciones específicas y forman parte de los
tejidos del cuerpo (Ej.: el calcio forma y mantiene los huesos y dientes; el
hierro forma parte de la sangre). Los minerales intervienen en el crecimiento,
reproducción del ser humano, la función muscular, entre otros.
Se encuentran principalmente en los alimentos de origen animal.
Fibra
La fibra ayuda a expulsar las heces con facilidad, previene el cáncer de colon
y reduce el colesterol en la sangre.
Se encuentra en los alimentos de origen vegetal como hortalizas
(zanahoria, tomates, lechugas, pepino), frutas (melón, patilla, naranja,
manzana), granos (caraotas, arvejas, lentejas, frijoles), verduras (yuca, apio,
nañe, batata) y cereales integrales.